La resiliencia puede definirse como una característica positiva que posee una persona, al tener la capacidad de enfrentar una situación difícil inesperada y sobreponerse de forma exitosa ante esta; podría decirse que esta habilidad se relaciona con adaptarse ante las diferentes situaciones y modificar la conducta, sin dejarse afectar de forma física y emocional, es importante conocer cuáles son los beneficios de ser una persona resiliente,  y como esto se puede lograr.

Para ser resiliente no solo se deben tener las intenciones, debe trabajarse en la disposición mental que debe manejarse en cada una de las situaciones difíciles, para eso es necesario estar conscientes de que la vida trae a menudo constantes cambios y perdidas que si bien algunos serán inevitablemente inesperados, si estamos conscientes de que estas situaciones pueden aparecer será más fácil poderlo asumir de una forma resiliente.

Los beneficios de ser una persona resiliente radican en que sus oportunidades comienzan a ser mayores que las de otras personas, pues aprenden a adaptarse y sobreponerse, siempre siguen adelante sin importar lo mal que parezca el panorama, y pueden incluso dar animo a los demás; siempre se está dispuesto a experimentar cosas nuevas y a aprender de nuevas personas, costumbres, trabajos u oficios.

Características de una persona resiliente

Mantiene el buen ánimo en toda circunstancia.

Es optimista con sí mismo y las demás personas.

No se enfrasca en los problemas.

Plantea diversas alternativas de solución.

No tiene miedo de probar cosas nuevas.

Siempre está dispuesta a aprender.

Maneja las frustraciones de forma madura.

Si deseas ser una persona resiliente debes tener en cuenta que esto antes que una acción es una decisión, y que además se convierte en un estilo de vida que aporta a cada individuo infinitas capacidades para dar lo mejor de sí en diversos terrenos y circunstancias.