El día en el que ardió Roma daría inicio en la zona del circo que se encontraba cerca al Palatino y al Celio. Donde el fuego empezaría por las bodegas que por desgracia vendían productos inflamables y a causa del robustecido y propagado viento se extendería hasta devorar dicho circo en toda su extensión.
No había en medio casas, recintos o templos que estuvieran circundados de muros que pudieran detener las llamas. Todo intento de sofocar el gran incendio resultaría en vano, pues la velocidad con la que se produjo el desastre y la estructura misma de la ciudad no permitiría conseguir el objetivo.
Tácito, fue el autor que proporcionó estos datos. Incluso cuenta que en el momento del incendio Nerón se encontraba en Ancio. Ya llevaba 10 años reinando en Roma, y antes que él reinaría Calígula quién cometería múltiples atrocidades, asesinó a miles por delitos inexistentes y pretendió que le adorasen por ello.
La aparente locura de Calígula, llevaría al comandante de los pretorianos a asesinarle. Como como sucesor de éste gobernó Claudio, hombre ya anciano que mandaría con acierto y construiría importantes obras públicas, puertos y puentes. Para el año 54 Claudio sucede el puesto a su hijastro Nerón que sólo contaba con 17 años de edad cuando ascendió al trono.
Nerón y el incendio de Roma
Durante los años que Nerón gobernó bajo la guía de sabios consejeros, las cosas no fueron mal. Pero, cuando decidió presentir de ellos y se empeño en hacer su voluntad empezaron las calamidades en Roma. Mandaría a asesinar a toda persona sospechosa, temeroso de que se unieran en complots contra él, y víctima de sus temores fue el filósofo Séneca e incluso no se salvaría ni siquiera su madre Agripina.
Cuando en el año 64 el fuego destruyó centenares de hogares, se correría la voz en el pueblo de que fue el mismo Nerón quién había incendiado Roma para reconstruirle de nuevo a su gusto y mucho más bella.
Sin embargo, estos rumores eran falsos. Pues, como ya hemos dicho Nerón se encontraba en esos momentos en su quinta de Ancio. Se llegó incluso a decir que, mientras ardía la ciudad nerón estaría cantando el incendio de Troya, comparando la presente ruina con la antigua. Sin embargo, su propio palacio sería víctima de las llamas.